¿Quién quiere ir ha hacer pizzas? YOOOOOOOO!!!!!
Pues tras esta pregunta nos pusimos mano a mano familias y acompañantes para organizar la visita al la Tahona La Nómada en Malpartida de Cáceres, a unos 10 km de nuestra "casita".
La mañana empezó en el Parque del Príncipe. Allí quedamos tod@s, para poco a poco y "a nuestro ritmo" encaminarnos hacia la para de autobús que nos permitiría calmar nuestras ganas de comer pizza.
En el trayecto hablamos de los árboles, pájaros y monumentos que éste parque alberga. Un trabajador del parque nos enseñó como limpiaba las fuentes de agua, y lo que sacaba de ellas... ¡una pasta verde con un peculiar olor!. ¡Nos encantó!. Además, este hombre era amigo de Belén, una mujer muy muy linda que nos acompañó voluntariamente en todo la mañana.
Tardamos casi 45 minutos en llegar a la parada y en un periquete estábamos ya subidos al autobús con gran ilusión. Nuestra sorpresa al encontrarnos en él con unas estudiantes de educación social que nos amenizaron los 15 minutos que tardamos en llegar. ¡Qué simpáticas eran!
Desayunamos nada más bajarnos mientras esperábamos a Edu, nuestro panadero-pizzero-repostero favorito, ¡te queremos Edu!. Se unieron a nosotr@s Trini, Gym-nacho y Elvira. Una vez repuestas nuestras fuerzas, retomamos nuestra caminata hacia La Tahona.
Que bonita es nuestra Sarita La Nómada. Esperándonos en la puerta con esa sonrisa y esa mirada amigable. Nos enseñó La Tahona, el obrador, el horno de leña,
y casi sin darnos cuentas estábamos ya con las manos en la masa. Unas pesaron la harina, otra el agua, la levadura, la sal, gracias a Sara y Edu que nos explicaron y decían las cantidades necesarias de cada materia prima para conseguir la mejor masa de pizza, todo ecológico. ¡Que maravilla chiquilla! y lo mejor de todo, amasar, amasar y amasar. Nos pusimos de masa hasta atrás! ...y el baño también...
Según nos comentaron, la masa debe reposar un tiempo determinado para que la levadura fermente y haga sus chups chups, así que entre tanto, hicimos nuestros quehaceres en una montaña de arena que tenían en el patio, acariaciábamos a Nur, la gatita blanca, o preparábamos la verdura y el queso para poner en las pizzas. 
nos desmostró como se lanza la pizza al aire y se preparan los bordes una vez puesta ya la masa en la rejilla del horno de leña. Una pasada. Hicimos unas cuantas de salsita de tomate que tenía preparada La Nómada, jamón y queso y otra de verduras que se comieron l@s adult@s. Y !al HORNO!, !qué grande!
En poco más de 10 minutos estábamos degustando unas pizzas requetericas, de masa ecológica y hechas por nosotr@s. Cuando nos dimos cuenta era ya hora de marcharse, y Edu se ofreció a llevarnos hasta la parada del bus en su furgoneta, que risa, cantando y vitoreando
!VIVA EDU!, !VIVA EL HORNO DE LEÑA!, !VIVAN LAS PIZZAS!.
Al llegar a la estación de autobuses de Cáceres, estaban nuestras familias esperándonos y para despedirnos jugamos al patio de mi casa tod@s junt@s.
¡¡Un día espectacular!!
¡¡Toda una aventura que nos encantaría repetir sin ninguna duda!!
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