Quienes somos

El mundo gira y gira... ASR somos un grupo formado por madres, padres y acompañantes decidido a responsabilizarse de la educación de nuestr@s hij@s. Este proyecto surge como una continuidad y necesidad de sus procesos de desarrollo. En 2009, comenzamos a establecer una relación más allá del grupo de crianza materno, donde nuestras dudas se enfocaban hacía la educación estatal, los curriculum oficiales, la desconexión de la escuela con l@s niñ@s y la escasa o nula participación de las familias en este proceso. Reunión tras reunión nos transmitimos fuerzas unos a otras y nos concienciamos de la posibilidad y legitimidad de hacernos cargo de su educación. En 2011 comenzamos nuestra andadura con seis familias activas y dos acompañantes.


Queremos una educación consciente y responsable, donde la libertad, el amor, y los ritmos personales de las criaturas, marquen el camino a seguir en nuestro día a día. Como familias y acompañantes asumimos el compromiso activo con sus necesidades, intereses e inquietudes en todos los planos de su ser, emocional, intelectual, social, relacional, sin la necesidad de delegar en instituciones ni asumir curriculums ajenos a los procesos de maduración de l@s niñ@s. Siempre desde el principio de la no-directividad.


 Nadie mejor que ell@s saben cuales son sus intereses y necesidades. Por eso sus voces son nuestra guía. Esa capacidad que tienen de saber qué necesitan, cuándo, cómo y de quién en cada momento nos da la seguridad para que la autorregulación sea una de nuestras bases de orientación. Esto nos hace replantearnos la legitimidad de adoptar nuestro propio “programa” y “concepto” educativo, basado en un principio fundamental: el ritmo biológico de cada persona, sus procesos vitales.


Sabemos que la estructura laboral de l@s adult@s exige de unos horarios ajenos a l@s niñ@s, por lo que la autorregulación en cuestiones de sueño-vigilia, y otros horarios, se ve mermada en muchas ocasiones. Aún así, seguimos defendiéndola en los aspectos que podemos evitar del sistema: la obligatoriedad del curriculum educativo.


 Todo esto, conlleva un trabajo interior muy acusado para nosotr@s. Venimos de una educación jerárquica y dominante y deshacernos de ella no es sencillo. Deseamos para l@s niñ@s un florecimiento personal y comunitario asentado en el conocimiento de la libertad, el respeto, la autonomía y el amor consciente. Por eso, es imprescindible interiorizar esta transformación en nosotr@s mismas y cambiar ciertos patrones o comportamientos adquiridos de nuestra educación y exigencia social. ASR

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